En pleno otoño y con el invierno a la vuelta de la esquina, como todos los años, llegan las más novedosas tendencias en peluquería: cortes de pelo, peinados y coloración. Además, después del verano toca reparar el cabello dañado y es un momento perfecto para cambiar de look. Repasamos todas las tendencias y te damos los mejores consejos para elegir el corte, color y peinado ideal para ti:
Las melenas midi, tanto lisas como rizadas, son las grandes triunfadoras de la temporada otoño-invierno.
El midi es un corte horizontal en longitud que llega desde el lóbulo de la oreja hasta la altura de la barbilla, a diferencia del maxi, que va desde la altura de la línea mandibular hasta poco más abajo de las clavículas. Una melena midi puede hacerse con un efecto bob que estilizará y dará una línea algo más atrevida y distinta: “El midi puede acentuarse gracias a un ligero contouring y unas mechas balayage bajas, para marcar algo más el efecto que se quiera buscar, ya sea para hacer un corte con peso y volumen, o un efecto muy desenfadado”, comenta el estilista Paul Tudor, que no las recomienda si se tiene el cabello fino: “En este caso se hacen pixies. Además, hay que tener en cuenta la forma del óvalo de la cara. Para crear luminosidad, aconsejo acompañar con mechas shatush. Las melenas midi quedan muy bien en caras alargadas, es conveniente en la parte de los laterales romper con un pequeño desfilado. En caras redondas, se puede combinar con un bob”.
Desde Lobelia Sagasta, su directora Roxana Gutu apunta a las melenas midi con baby bangs: “Hasta la barbilla y sin tocar el hombro, las melenas de longitud media tipo blunt bob se llevarán con flequillo corto (baby bangs) y más entrado el invierno, más lisas y pulidas, además influye que llevaremos jerseys de cuello alto o bufandas”.
Si hablamos de medias melenas con rizos, al igual que el pasado año, vuelven con grandes ondas, salvajes y deshechas trabajadas con difusor y espuma: “Sugiero no cepillar demasiado ni tampoco peinar, ya que dañaríamos el rizo y este podría abrirse, perdiendo toda su fuerza y elasticidad. Para una buena melena midi curly de rizo fuerte y grueso, nada como tirar de acondicionador y una buena crema o aceite aplicado sobre el cabello húmedo. Se recomienda también revolver la melena con los propios dedos o bien peines de púa ancha, junto a la aplicación de mascarillas hidratantes contra la sequedad y el encrespamiento”.
No nos podemos olvidar del corte mullet. Andrógino, radical y muy atrevido, consiste en llevar la parte delantera muy corta, tanto lados como flequillo, y la parte de atrás más larga y desordenada. David Lesur, de los salones David Künzle, destaca las alturas en este corte: “La nuca ha de verse larga, la parte superior corta y todavía más hasta casi rapar los lados. Es un corte muy visto en los 80 y 90, un estilo considerado beauf que ahora está de moda con la nuca más capeada, al igual que el step mullet que se hace sobre un carré con tres pisos y nuca larga, lateral medio corto y flequillo horizontal”.
Hemos hablado de tendencias en coloración para este otoño con algunas directoras de salón, estilistas y especialistas en color. En general, existe un cierto cuórum sobre los tonos que mandarán este otoño-invierno, con un claro triunfo de los castaños, cenizas y caramelo. Descubre los 10 tonos capilares que más se llevarán y elige el tuyo:
Enérgico, sensual y potente, las tonalidades cobrizas no son aptas para tímidas. Destacan y desprenden una fuerte personalidad.
Más allá de que sea tendencia, es un tono que nos favorece a todas, ya que se adapta a todo tipo de pieles siempre que juguemos a darle más o menos intensidad a la hora de llevarlo. Es cierto que lo relacionamos sobre todo con teces muy blancas y ojos verdes, pero también les va bien a rostros más oscuros si sabemos jugar con los matices que nos ofrece.
“Los tonos cobre en el cabello los encontramos de forma natural en pieles blancas y ojos claros, sobre todo verdes. Sin embargo, se acomoda muy bien a otros fototipos más oscuros, la clave está en escoger una tonalidad que se ajuste a las características de cada persona. Son siempre muy favorecedores cuando han sido bien escogidos. En los rostros más pálidos da luz al pelo, y en los más oscuros aporta brillo y luminosidad a la piel”, afirma Felicitas, con salón en Mataró (Barcelona).
Por tanto, se trata de estudiar el cabello y las características de la cliente para ofrecerle una versión adecuada y personalizada. En las personas con el rostro y los ojos más oscuros aporta intensidad, aunque quizá algunas clientas no busquen una cobertura uniforme y preferirán unos reflejos o unas mechas que iluminen, sobre todo las que tienen el cabello menos claro. Así lo afirma Raquel Saiz, directora de Salón Blue en Torrelavega (Cantabria): “Los cobrizos son tonos que se desmarcan y aportan luz más allá de los rubios. En los cabellos y rostros más oscuros me gusta utilizarlos en forma de reflejos para revitalizar el pelo, sobre todo al final del verano, aprovechando el bronceado. En cambio, en las melenas más rubias, prefiero aplicar una cobertura total y conseguir ese look tan enigmático”.
Escogeremos qué variedad cromática de las copper va mejor según el tono de la piel, tanto el natural como el que tengamos en ese momento a causa del bronceado. Así lo recomienda Alexander Kiryliuk director de SK Style Barcelona: “En las pieles más pálidas y con ojos claros, yo siempre apuesto por las tonalidades más claras y vivas, las más próximas a los tonos anaranjados. En cambio, en las pieles morenas naturales, prefiero los rojos más fuertes tirando al vino porque las pieles oscuras los admiten muy bien. Para los rostros bronceados me gusta aplicarlo en forma de reflejos”.
De hecho, muchas melenas lucen este favorecedor tono en forma de balayage cobrizo por la riqueza de matices que ofrece a la vez que proporciona un resultado muy natural. Los cobrizos son tonos enérgicos y muy sensuales que lucen perfectos cuando el color está vivo y muestra el mejor de sus aspectos. A la hora de cuidarlo, como en cualquier cabello teñido, mucha hidratación y un cuidado específico para cabello coloreado, tal y como recomienda el estilista Manuel Mon: “Como cualquier pelo teñido, tenemos que cuidarlo para mantener el color. Siempre que apliquemos algún tipo de tratamiento de coloración, estamos sensibilizando el cabello que tiende a volverse frágil y seco. La manera de contrarrestar estos efectos es la hidratación, aplicando mascarillas, y el lavado con un champú específico para pelo teñido. Esto último es fundamental si queremos conservar por más tiempo los pigmentos del color, que tiende a desaparecer tras los lavados si utilizamos un champú normal, dejando un aspecto apagado”.
El rizo es una de las tendencias que pegarán más fuerte en los próximos meses, eso sí, siempre con el cabello nutrido y tratado.
Desde David Künzle apuestan este otoño por el glamour y un estilo muy femenino, complementado con sombreros, pañuelos y turbantes. Un peinado que resurge es el wet look pero con recogido y raya de lado, las trenzas de niña a los lados y con tamaño XXL (extensiones) y las colas de caballo semi, las ondas “fritas”, el pelo liso perfecto también XXL, el cabello hacia atrás con volumen y tupé, y los mencionados flequillos largos con supermelenas y sin capas pero también los choppy bangs, flequillos cortos por encima de las cejas: “Es un flequillo que estiliza mucho los cortes y vale para todo tipo de largos, aunque no lo aconsejo en caras más redondas”, matiza David Lesur.
Para la estilista Natalia Rusanova, los choppy bangs nunca han dejado de ser tendencia: “Ya sabemos que las modas son cíclicas y que todo vuelve tarde o temprano, los choppy bangs se ven ahora mucho en melenas rizadas años 80, ya que con el rizo es muy fácil llevarlo, si te molesta o no te gusta como te queda, en un momento dado lo puedes esconder entre los rizos laterales del flequillo”.
Otra tendencia en flequillos son los rockeros largos y despuntados, ideales para melenas largas: “Con estos flequillos, se da más juego a la melena y pueden hacerse capas invisibles para crear volumen y movimiento”, matiza David Lesur.
Y en lo que respecta a buns, el low knot es el elegido: “Apretado o suelto, el moño bajo favorece a todas por igual. Para darle un toque victoriano, que está tan de moda, basta con una raya en medio”.
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