Al mal tiempo buena cara, ¡este otoño-invierno se lleva el color! Lo vemos en decoración, mobiliario, paredes… ha entrado con fuerza en interiores acompañado de colores neutros para hallar equilibrio.
"El interiorismo de muchos bares, restaurantes y tiendas está lleno de sillas de color, estampados en tartán, empapelados de todo tipo o paños de pared de tonos de temporada como tostados, grises, blancos, verdes o amarillos" apunta la experta en color de Bruguer, Marta Guiu.
Pero ¿qué podemos hacer para introducirlo en el interior de nuestras casas? Tenemos dos opciones:
La primera sería aplicando el color en el espacio. Es decir, pintando de color las paredes, ya sea utilizando la idea de "color block" con un mismo tono para toda la estancia, o pintando con la combinación de color intenso escogiendo estratégicamente la pared más adecuada, y pintar el resto con un tono neutro casi blanco, o directamente en blanco.
Puedes pintar de color las paredes perpendiculares a la pared donde se encuentra la entrada de luz -la ventana-. Del mismo modo, esa combinación puede ir más allá y podemos empapelar una de las paredes para vestir el espacio.
Para llevar a cabo esta primera opción puedes optar por combinar colores potentes con tonos neutros suaves como el merengue o el blanco. A no ser que prefieras apostar por combinar tonos neutros -blancos, grises, beiges- con un papel en cuadros o estampado floral con motivos botánicos y campestres, tan de tendencia esta temporada y al mismo tiempo tan atemporales.
La segunda posibilidad para aquellos a los que les parezca demasiado atrevido es aportar color en el mobiliario o la decoración. Apuesta por las mezclas, no se trata de que una atmósfera estridente se apodere del ambiente, pero con los detalles justos podemos hacer que un día gris cobre vida nada más entrar en tu casa.
La decoración alegre parece que queda relegada a la habitación de los niños y las viviendas de los más jóvenes, pero es un error. Los colores ácidos vienen a iluminar cada estancia aportando gamas cromáticas que pocos se atreven a utilizar, pero que cuando lo hacen resulta todo un acierto. Naranjas, verdes, amarillos, rosas, azules o rojos consiguen revitalizar las zonas más oscuras, aportando calidez y energía.
En esta opción la propuesta se basa en pintar las paredes en tonos neutros que no nos condicionen al decorar. El color neutro puede seguir en el mobiliario y sofás en grises, tostados, blancos, marrones y hacer aparecer notas de color como un puf estampado, una butaca de color mostaza en terciopelo, una lámpara de hierro amarilla, una consola azul, cojines de flores multicolor… ¡el límite lo pone tu imaginación!
Desde las alfombras al menaje, pasando por las toallas del baño o un cuadro del salón, todo puede llenarse de color. Una opción a considerar son las telas rayadas, que siguen de plena tendencia. Bicolores o multicromáticas consiguen el efecto que pretenden: actualizar diseños clásicos de butacones y butacas, y así crear una pieza original con una presencia importante en nuestro hogar.
Ten en cuenta también los electrodomésticos de la cocina o la colcha de tu dormitorio, no te limites, y si necesitas ideas, ficha estos consejos para cambiar la decoración del dormitorio sin cambiar los muebles.
Despieza gotas de optimismo sobre un sofá de tonos neutros como el beige o el gris con un fucsia intenso en uno de los cojines sobre los que te recuestas. Ilumina la pared con fotografías transformadas en cuadros al más puro estilo Andy Warhol, imágenes en cuatro colores que te harán recordar alguno de los mejores momentos de un día especial.
La habitualmente sencilla, la zona de lectura puede transformarse con un reposapiés de estampados florales que aporten color a este rincón para el sosiego. Una mesa auxiliar en metacrilato de color amarillo viejo o naranja ayuda también a envolver un ambiente, que es tradicionalmente austero y en el que se busca cierto recogimiento para concentrarse en la lectura, tendrá una apariencia distinta a la habitual con estos pequeños matices que, sin embargo, no distraen a quien la ocupa.
Las pequeñas lámparas de mesa sirven también para incluir en la habitación ciertas dosis ácidas que aporten energía y viveza a la estancia. Por ejemplo, una pantalla en cristal opaco que va degradando su tono hasta quedarse en blanco es perfecta para la lectura durante la noche y para ofrecer color durante el día.
Si la sobriedad del gris humo, tan aconsejado por los interioristas para las paredes por su efecto clásico y relajante, ha sido tu elección, no dejes que tu recibidor se llene de oscuridad, algo nada sugerente cuando entras en casa. Elige unos jarrones en bermellón brillante para lograr que la energía case a la perfección con la calma. Si a eso le añadimos un cuadro en patchwork con pailletes e hilos refulgentes en el mismo color, la composición no puede resultar más acertada, el espacio se inunda de energía y calidez a partes iguales.
En la cocina conseguirás que el inmaculado blanco de los cajones o el acero de los electrodomésticos pasen desapercibidos ante un tabique de vidrio en amarillo o verde. Piensa que también puedes conseguirlo con azulejos o forrando la parte externa de los muebles. Las sillas de la mesa o los cojines de los asientos de la cocina también son un buen reclamo para el color. Y los pequeños electrodomésticos también ayudan. No son pocas las firmas que incluyen batidoras, microondas y otros complementos en rojos y naranjas intensos.
Si hay una auténtica maga en la utilización del color esa es la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada. Su línea de ropa y mobiliario para el hogar es un auténtico estallido. La diseñadora reconoce que el color es toda una filosofía de vida. "Cuando te gusta el color te gusta de todas partes. No hay nada más triste que una habitación beige", afirma rotunda. Y continúa diciendo, que odia "los ambientes formales de tonos neutros".
Como explica la experta en color Marta Guiu "hay múltiples ideas para conseguir un look actual y al alcance de todos los bolsillos, ya sea comprando o reciclando uno mismo algún objeto o mueble para darle una nueva vida". Y es que, si te lo propones, puedes dar un aire nuevo a tu hogar por muy poco.
Alegría, eso es lo que debe de inundar tu vivienda, y nada ayuda mejor que los colores intensos. No lo dudes, arriesga en la decoración y conseguirás que tu hogar respire optimismo.
Introduce el color en tu casa. Puedes hacerlo pintando de color las paredes, ya sea utilizando la idea de “color block” con un mismo tono para toda la estancia, o pintando con la combinación de color intenso escogiendo estratégicamente la pared más adecuada, y pintar el resto con un tono neutro casi blanco, o directamente en blanco.
Si no te atreves a dar color a tus paredes, apórtalo en el mobiliario o la decoración haciendo aparecer notas de color como un puf estampado, una butaca de color mostaza en terciopelo, una lámpara de hierro amarilla, una consola azul, cojines de flores multicolor... ¡el límite lo pone tu imaginación!
Este invierno se lleva el color. Si no quieres arriesgar, apuesta por incluir detalles como estas decorativas lámparas en tonos intensos que combinarán a la perfección con el mobiliario y paredes en tonos neutros.
Si quieres llegar a casa este invierno y rebosar de optimismo y vitalidad, apuesta por dar color a tus paredes, ¡déjate llevar!
El color también llega al área de trabajo que tienes en casa. Apuesta por dar color a las paredes para llenarte de energía.
El color ha llegado este invierno a tu hogar para quedarse. En forma de pequeños detalles decorativos, mobiliario y paredes, será el protagonista indiscutible de la temporada.
Puedes pintar de color las paredes perpendiculares a la pared donde se encuentra la entrada de luz -la ventana-. Del mismo modo, esa combinación puede ir más allá y podemos empapelar una de las paredes para vestir el espacio.
La diseñadora reconoce que el color es toda una filosofía de vida. "Cuando te gusta el color te gusta de todas partes. No hay nada más triste que una habitacion beige", afirma rotunda.
Los contrastes son los que marcan la tendencia con una sencilla propuesta para la zona de estar en la que neutros como el blanco y el negro permiten incorporar divertidos sillones y sofás para compartir una charla. Amarillos y rosas que combinan a la perfección con una lámpara floral de tonos mates.
Inspírate en el bermellón brillante de los jarrones en este recibidor para lograr que la energía encaje a la perfección con la calma.