La moda y, por supuesto, tus propias preferencias definen tu imagen y tu forma de vestir. Los colores de las distintas prendas son parte fundamental de tu estilismo pero ¿por qué te ves mejor con un tono que con otro? El juego del color, las distintas combinaciones posibles y los contrastes que son capaces de crear son las bases de la colorimetría, algo que tienen muy en cuenta diseñadores, modelos e incluso las celebrities que estudian cada una de sus apariciones públicas. Un determinado color puede estilizar tu figura, realzar tu mirada o potenciar el tono dorado de tu cabello. Para saber los colores que más te favorecen y huir de aquellos que apagan tu aspecto o marcan demasiado las pequeñas imperfecciones debes tener en cuenta tus propias características, concretamente:
¿Te has fijado en la cantidad de colores naturales que dan forma a tu aspecto? (el de tus ojos, el tu piel…) Son esos tonos los que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu vestuario.
Una norma básica de la colorimetría divide los colores en fríos (azules, morados, verdes…) y cálidos (amarillos, naranjas, rojos…). Por otra parte, también tus características físicas determinan tu “tipo” de mujer. Por ejemplo, puedes tener la piel dorada, ojos miel y pelo claro (tipo cálido), o un cutis muy blanco y cabello oscuro (tipo frío). La idea, al elegir de manera acertada tus colores, es que estos realcen tus facciones más bellas mediante el contraste, (siempre que tu intención sea no pasar desapercibida). Pero esta premisa (tonos fríos van con tonos cálidos y viceversa) en la práctica no es tan simple. Cada mujer es única y existen mil matices dependiendo de las características de cada una de ellas. De hecho, cada vez es más habitual solicitar los servicios de un asesor de imagen o un personal shopper para realizar un estudio personalizado que determine los colores más favorecedores según cada caso.
Pese a lo complejo del tema, algunas pistas que te pueden ayudar a la hora de renovar tu vestuario son las siguientes:
Los colores cálidos dulcifican el rostro (tostados, beige, bronce) y los más fuertes: rojo cereza, verde (perfecto para pelirrojas), malva, o negro crean bonitos contrastes. No os favorecen los tonos nacarados ni el blanco puro (mejor los tonos marfil, crema o blanco roto).
Los azules intensos, los rojos o la gama de violetas/burdeos os quedan fenomenal acentuando el contraste de la propia imagen. No a los tonos pastel y sí a las siempre elegantes combinaciones entre blanco y negro.
Hay que iluminar y dulcificar la imagen de conjunto, por lo que los colores de pelo más favorecedores son los tonos suaves en la gama de los rosados (nude incluido), los aguamarinas (verdes y azules) y los lavanda en sus distintas versiones. “Prohibido” los tonos café, los grises y los amarillos. Para una imagen impactante, los tonos intensos y vibrantes (fucsia, azulón o verde claro) son los mejores.
Te favorecen los tonos carmín, los corales y los rosas en general. También el amarillo y sus distintas tonalidades (miel, dorado, ámbar) te quedan bien. A evitar los blancos y los rojos demasiado intensos y profundos (cereza, burdeos, morado, etc).
Los tuyos, a la hora de vestir, son los tonos tierra (chocolate, camel, marrones y dorados). Tu imagen desprende armonía y los tonos pastel te favorecen, aunque para crear más contrastes, también puedes elegir los azules turquesa o el verde esmeralda. Realzarán tu bonito tono de piel. Algunos trucos para sacar el máximo partido al color:
Por último, no olvides que los colores pueden decir mucho y puedes usarlos según lo que quieras transmitir. Con los marrones pasarás inadvertida, los azules trasmiten lealtad y confianza, con los verdes darás una imagen serena y con los rojos… ¡sube la temperatura!
El rojo es uno de los tonos que más favorecen a doña Letizia. Para darle forma a su estilizada figura, apuesta por chaquetas entallados y faldas que destacan su cintura de avispa.
El verde es uno de los tonos más favorecedores para aquellas mujeres de piel blanca, ojos claros y pelo rubio.
El rojo intenso es uno de los tonos estrella de las pieles muy blancas, como la que luce la actriz Nicole Kidman.
Las pieles rosadas con ojos y cabello claros, pueden apostar sin temor por las tonalidades miel, dorado y ámbar, que dulcifican el rostro.
Si puedes presumir de piel dorada, melena castaña con reflejos dorados y ojos miel, los tuyos, a la hora de vestir, son los tonos tierra (chocolate, camel, marrones y dorados).
Los azulones y morados intensos son algunos de los tonos que más favorecen a mujeres de piel morena, ojos y cabello oscuros, si se persigue ofrecer una imagen impactante.
Los tonos pastel favorecen especialmente a las pieles doradas con cabello y ojos castaños.
La actriz Anne Hathaway destaca su piel de porcelana gracias al negro.